Una bodega fundada en 2007, que se asienta en un terreno de importancia histórica en el que la producción de vino del Valle de Sonoma fue pionera antes de la época de la prohibición, seleccionó a Infinity Canopy para sustituir su voluminoso sistema de toldos por una marquesina que fuera elegante y funcional. 

​

Una de las primeras estructuras visibles de Scribe Winery consistía en dos paredes adyacentes con un toldo fijo. La instalación de Infinity Canopy revolucionó el espacio, convirtiéndolo en un punto focal aireado y refrescante de la sofisticada bodega que produce sabrosos vinos. La cuarta generación de agricultores californianos y sus propietarios -los hermanos Andrew y Adam Mariani- creen que crear una relación armoniosa con el hombre y la naturaleza es la clave para elaborar sus productos de alta calidad. La versátil marquesina que adorna la fachada de su negocio ha transformado la terraza en un espacio tranquilo donde la gente puede empaparse de la naturaleza mientras saborea los vibrantes vinos de Scribe Winery.

​